viernes, 21 de mayo de 2010

Clementina y el Comercio Justo


Clementina iba de camino al campo como todos los días, a trabajar en la cosecha de cacao que tenia su familia. A ella no le gustaba nada eso de tener que levantarse temprano todos los días para trabajar en la cosecha. Apenas tenia doce años y ya estaba trabajando; a ella le hubiera gustado más ir al colegio para aprender a leer y escribir. Al menos tenía a su amigo Diego que trabajaba de pastor, siempre que podían se quedaban un rato para hablar del trabajo que daba la cosecha, de ser pastor. Pero de lo que más hablaban era de las aventuras imaginarias que ocurrían y lo mucho que les gustaría que se cumplieran. También de lo que les gustaría ir al colegio, pero sus padres no les dejaban ir; siempre había mucho trabajo y no podían permitírselo. A Clementina le apasionaban los libros pero como no sabía leer observaba los dibujos e intentaba saber de lo que se trataba.


- Un día como otro cualquiera, unos señores muy extraños visitaron la casa de Clementina; se metieron en el “despacho” de su padre y estuvieron varias horas ahí metidos. Al salir, hablaron con su madre y ella se negaba a lo que le decían. Después la madre de Clementina se quedo muy disgustada. Por la noche, Clementina le pregunto a su madre:

- ¿te pasa algo mamá? -. Clementina estaba muy pero que muy asustada; no entendía nada. Su madre le dijo que su padre estaba planeando independizarse y hacer una cooperativa con esos señores tan raros. Clementina y su madre compartían la opinión de que eso era una locura y que iban a estar solos y a el señor Ramón, (el señor para el que trabajaban) se iba a enfadar mucho.


Al día siguiente los señores estaban de nuevo en la casa pero esta vez vinieron con otro hombre. Repitieron la misma operación que el día anterior: hablaron con su padre, luego con la madre... Pero esta vez la madre estaba dispuesta independizarse y es que, esta vez tenían una ayuda: tenían una mano que iba a tirar de ellos hasta sacarles del pozo; tenían al COMERCIO JUSTO. Se trataban de una organización qué ayudaba a personas que estaban en su situación. El padre de Clementina esa misma noche le dijo estas palabras :

-Clementina a partir de ahora las cosas van a cambiar gracias a una cooperación llamada comercio justo. - ¿Y qué es eso?. -preguntó Clementina. -Pues son unas personas que nos compran los productos siempre al mismo precio, suba o baje en el mercado, no hacen obra de mano barata por que nosotros cultivamos... . Y ya podrás ir al colegio. Clementina creció y se hizo mayor. Siguió con la tradición de cultivar cacao pero por nada del mundo lo paso mal por que sabía que tenía a alguien que la ayudaría siempre el COMERCIO JUSTO.

1 comentario:

cesar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.